La propia voluntad / - Julio Portillo / Historiador

El orgullo zuliano no puede depender del pasado glorioso. Maracaibo debe ser ofrecida como la alternativa al centralismo

Faltan nueve años para el Bicentenario de la Declaración de independencia de la República Democrática e Independiente de Maracaibo, ocurrida el 28 de enero de 1821. Tal efeméride debe ser preparada para relanzar las potencialidades del Zulia. Sabemos que fue así como nos unimos en 1821 a la República de Colombia de Bolívar y en 1830 pasamos a formar parte de Venezuela.

Las metas de esta aspiración deben ser fijadas en materia de saber, cultura, infraestructuras, economía y reclamación de un auténtico federalismo.

Hay que conectar la producción intelectual de las universidades regionales con el gobierno del Zulia, a objeto de satisfacer necesidades colectivas. Urge la preparación de jóvenes para el liderazgo político, económico e industrial del país y ello es obtenible a través de “cazadores de talentos” que en liceos y universidades recluten a los mejores y dotarlos de una formación especializada. A los centros de capacitación profesional que posee el Zulia hay que darles un viraje y colocarlos en esta dirección.

El Zulia necesita un Museo de Bellas Artes, Planetario,  Jardín Botánico  y un buen Instituto de Turismo. Debe fortalecer sus Orquestas, su Teatro, un Ballet Regional, su deporte. En materia de infraestructuras hay que aspirar a una red ferroviaria en torno al lago, concretar el segundo Puente sobre el Lago, repotenciar el aeropuerto de Maracaibo y construir otros dos grandes aeropuertos en Santa Bárbara y Ciudad Ojeda.

Económicamente hay que definir nuestra tasa de crecimiento. El manejo autonómico de las propias riquezas debe ser la consigna. Sólo con un efectivo federalismo el Zulia podrá despegarse en materia de desarrollo. Cabimas, Machiques, La Cañada, Santa Bárbara, Ciudad Ojeda, El Moján tienen que convertirse en ciudades con extraordinarios servicios. Se trata de la conquista del Zulia profundo.

El Lago de Maracaibo necesita ser saneado y sus orillas deben ser resembradas. Los ríos canalizados y las islas preparadas para el turismo. El orgullo zuliano no puede depender del pasado glorioso. Maracaibo debe ser ofrecida como la alternativa al centralismo, por su formidable ubicación geográfica. Tenemos que buscar una  alianza estratégica con Panamá,  Cartagena, Curazao y Aruba en lo externo y con Falcón y el Táchira en lo interno. La crisis provocada por el centralismo del Gobierno nacional no nos puede detener en el tiempo. Esto tiene un nombre: la propia voluntad. La Verdad.com