El primer acercamiento entre los gobiernos del presidente colombiano Juan Manuel Santos y Hugo Chávez de Venezuela se dio en Santa Marta el 10 de agosto de 2010. En él se restablecieron las relaciones entre ambas naciones. Tras un encuentro de más de cuatro horas los presidentes de Colombia y Venezuela decidieron restablecer las relaciones diplomáticas y trabajar en cinco frentes: deuda a exportadores, comercio, infraestructura, inversión social y seguridad. El mismo día de este memorable encuentro Chavez aseguró que su gobierno "no apoya a la guerrilla colombiana". "Insisto a Colombia: el gobierno venezolano no apoya a la guerrilla colombiana. Sencillamente créanlo y es así. Recuerden, tengo once años de presidente, si la apoyara ya tendría resultados, sería notable". Las nuevas relaciones con Venezuela contemplan cooperación en el campo militar y policial contra todas las modalidades del delito, incluyendo las guerrillas izquierdistas. Esta es una muy mala noticia para los narcotraficantes, para los terroristas y cualquiera otro tipo de irregulares, que tendrán que poner sus barbas en remojo porque este buen momento político internacional de Colombia lo va a aprovechar al máximo para conseguir instrumentos que les permitan derrotarlos.
Las FARC le manifestó públicamente a la Unión de Naciones del Sur, UNASUR, su irreductible voluntad de buscar una salida política al conflicto, ante la evidente derrota militar, ya reconocida incluso por el presidente Chavez.
Han reconocido que su acción guerrillera es un hecho que desbordó, desde hace años, el marco de las fronteras colombianas como consecuencia de las estrategias "preventivas" del gobierno de Uribe, por supuesto según ellos impuestas por los EE.UU.
En este momento recurren a la ayuda de los países hermanos de la América para superar esta etapa de la "confrontación fratricida".
Chávez tiene una bipolaridad que experimenta enormes vicisitudes y las relaciones con Colombia las maneja de acuerdo a su estado de ánimo. Chavez pasa de casi un interlocutor de las FARC, a un critico de la lucha armada de la guerrilla colombiana.
Chavez se puede decir, que es otro de los derrotados, junto con la FARC y el ELN, de la política de "seguridad democrática" llevada a delante por el presidente Alvaro Uribe. Y la rendición la realiza en la ciudad de Santa Marta en la emblemática Quinta San Pedro Alejandrino, ante el Presidente Santos, casi seguro continuador de la política del ex presidente Uribe.
Chávez tiene una bipolaridad que experimenta enormes vicisitudes y las relaciones con Colombia las maneja de acuerdo a su estado de ánimo. Chavez pasa de casi un interlocutor de las FARC, a un critico de la lucha armada de la guerrilla colombiana.
Chavez se puede decir, que es otro de los derrotados, junto con la FARC y el ELN, de la política de "seguridad democrática" llevada a delante por el presidente Alvaro Uribe. Y la rendición la realiza en la ciudad de Santa Marta en la emblemática Quinta San Pedro Alejandrino, ante el Presidente Santos, casi seguro continuador de la política del ex presidente Uribe.
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