Así lo afirmó un especialista internacional en creación de nuevos productos de TNS Gallup.
David Soulsby es el director de Innovación y Desarrollo de Productos a nivel mundial de TNS Gallup y cree que las empresas y los países están obligados a innovar. "Es innovar o morir", dice. Pero, para él, el principal problema que enfrentan los paises no es otro que uno muy mencionado por muchos, pero evitado por la mayoria de los Gobiernos: la inflación.
La innovación es reconocida por el 90% de los CEO como la forma de salir de la crisis. La mayoría de las empresas cree que se va a salir y se prepara para ello. La innovación lleva un tiempo, de modo que necesitan comenzar ahora para estar listos cuando la crisis finalice.
Las buenas innovaciones están basadas en la necesidad del consumidor. Sin embargo, en este momento en particular, uno considera mucho el precio. Especialmente en los mercados emergentes, donde tenemos la mayor brecha entre los poderes de compra. Y eso debe ser considerado.
Se requieren muchas cosas en una organización. Una es una cultura innovadora y tiene que venir desde arriba. Luego es necesario saber que hay que seguir invirtiendo. Pero creo que muchas empresas pierden el camino porque olvidan que los primeros pasos de una innovación son los más importantes, comprender los mercados.
Hay una expresión que usamos mucho: "Innovar o morir". Ningún negocio soporta quedarse estático. Hay que encontrar un balance entre ser agresivo con las innovaciones y lo que uno puede costear. Lógicamente cuando hay tanta presión sobre las ganancias, es muy difícil seguir invirtiendo porque, en particular en la industria automotriz, la innovación es una inversión de mediano plazo. Si se decepciona a la gente, es terrible. No sólo en términos absolutos, sino en satisfacer las expectativas que uno ha creado. En ese caso hasta sería mejor moderar las expectativas.
China no innova, sino que fabrica más barato. Si no se es el primero en llegar al mercado, hay dos caminos posibles. Uno es ofrecer un producto mejor, lo que requiere una gran cantidad de dinero. O se puede ofrecer lo mismo, por menos.
Los países Latinoamericanos no tienen costos chinos, ni son líderes en tecnología. Es un desafío porque todos esperan que los mercados emergentes, con su crecimiento, sean el combustible que mueva las innovaciones, pero hay que ganarse el derecho a ese crecimiento. Hay que entender las necesidades de la gente, que son cambiantes a medida que se modifica su situación económica. Pero creo que el mayor desafío hoy para la innovación aquí es la tasa de inflación. El desafío de fijar cuál es el precio justo para mi producto dentro de seis meses cuando llegue a los mercados o cuando enfrente la competencia. Eso requiere una flexibilidad en la manera de pensar y un modelo de precios suficientemente flexible y dinámico.
Fuente: Jorge Oviedo
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