Show sin aplausos

Siete horas de preguntas y respuestas sirvieron al hoy alcalde de Maracaibo para aclarar denuncias en contra de su gestión como gobernador, y demostrar que las órdenes del presidente Chávez deben ser acatadas sin demoras
Más de siete se llevó la comisión de contraloría de la Asamblea Nacional para interpelar al ahora alcalde electo de Maracaibo, Manuel Rosales, con elación a tres denuncias presentadas por diputados oficialistas por supuesta corrupción y fraude fiscal.
De algún modo se cumple una de las órdenes pregonadas públicamente por el presidente Chávez en Maracaibo durante la pasada campaña electoral, en la que solicitó "ponerlo preso", acusando al gobernador y candidato opositor de "ladrón" y "corrupto", amenazándolo además con enviarlo a la cárcel.
Los miembros de la comisión de contraloría del Parlamento interrogaron a Rosales acerca de denuncias que iban sobre irregularidades en la Lotería del Zulia hasta la donación de una camioneta de segunda mano por parte del gobierno de Zulia a un ciudadano particular.
Desde el inicio, Rosales calificó la comparecencia de ilegal, ya que –señaló– "me han violado mis derechos ciudadanos" y protestó porque no dejaron ingresar a la asesión a una parte de sus asesores y porque habría sido informado previamente por la propia Asamblea Nacional sobre las denuncias en su contra.
"Lo que conozco lo sé porque ha aparecido en los medios de comunicación. Debería habérseme entregado el soporte en que se me informase y se documentasen las denuncias en cuestión", dijo.
"Si me quieren juzgar y linchar políticamente porque no estoy de acuerdo con la revolución, pues respondo que yo no estoy de acuerdo con la revolución y defiendo mis principios de pensamiento socialdemócrata y espíritu libre", aseveró Rosales.
Rosales es también señalado esta semana por una comisión de la Asamblea Nacional que indaga un supuesto plan de golpe de Estado y magnicidio contra Chávez. Los diputados que realizaron este informe solicitaron a la Fiscalía que inicie una "investigación penal" contra el político y otras personas presuntamente implicadas.
A fines de octubre, Chávez acusó a Rosales de tener intenciones de matarlo, posteriormente lo acusó de "ladrón" y "desgraciado" y, finalmente, cuando se acercaba la fecha de las elecciones regionales, en las que Rosales fue electo alcalde de Maracaibo, el Presidente de la República sencillamente amenazó con ponerlo preso, después del 23 de noviembre. Así que, sin mucho preámbulos, los diputados oficialistas de la Asamblea Nacional parece dispuesta a cumplir las órdenes del líder de la revolución. Tal Cual digital