Carisma significa una cualidad extra-cotidiana de una personalidad por la cual se la evalúa como dotada con fuerzas o características sobrenaturales o sobrehumanas o al menos extra-cotidianas, no asequibles a cada otro ser humano o como mandada por Dios o los dioses o ejemplar y por ende como ‘líder’.” (Max Weber) Esta definición de uno de los mas grandes sociólogos no solo de Alemania sino del mundo occidental ayuda a entender ciertos rasgos de nuestro teniente coronel (perdón: de nuestro Comandante en Jefe de Cuatro Soles, de acuerdo con la nueva – inconstitucional - Ley de las FFAA Bolivarianas) y su relación con considerables segmentos de nuestra sociedad. Un ejemplo es el hecho de que la gestión de nuestro Führer, de acuerdo con DATANALISIS, cuenta todavía con un 55.6 por ciento de aprobación positiva, frente a un 35.9 por ciento de rechazo, pese a que su proyecto del “socialismo del siglo XXI” es denegado por el 50 por ciento y aceptado por el 43 por ciento (EL NACIONAL, 16/08/2008, P. Nación.3). Otras de sus obsesiones tienen valores negativos aun más marcados, como su lucha contra la propiedad privada, cuyo respeto exige el 82.7 por ciento de la población.
En otras palabras, se repite un fenómeno que esta siendo discutido por muchos analistas y políticos: ¿Cómo es posible que el desastroso gobierno de los últimos 10 años no ha repercutido más fuertemente en la apreciación de su Presidencia por la mitad de nuestros compatriotas? La mayoría de los que tratan de explicar esta contradicción con afirmaciones acerca de los vínculos emocionales de Chávez con los “pobres” y los “excluidos”, pese a que los primeros siguen siendolo y los segundos tambien, como hace diez años atrás.
La definición de M. Weber permite una explicación más racional. Obviamente, el indudable carisma del teniente coronel esta siendo percibido exactamente como señala Weber: él es evaluado como dotado de características “sobrenaturales y sobrehumanas no asequibles a cada otro ser humano”, es “mandado por Dios o los dioses”.
Pero, al mismo tiempo, se ha generado una “lenta caída de la aprobación positiva de la gestión del Presidente” (A. Gil Yépez), la que Weber llama “cotidianizacion del carisma”, por ejemplo cuando el portador del mismo intenta transferirlo a un grupo de seguidores en un partido o una “reforma administrativa”. Esto es: el carisma está vinculado a la persona de su portador. En concreto: en la medida en que éste intenta perpetuarlo, por ejemplo por la creación de un partido y de una administración o por declararlo hereditario, contribuye a su cotidianizacion y finalmente a su destrucción.
¿Cuáles son las conclusiones para las elecciones regionales del 23N? Como la cotidianizacion del carisma se manifiesta en un desmejoramiento de las condiciones sociales, materiales e inmateriales, de la población, el Führer lo pierde, casi siempre lentamente. Esto implica que la disidencia, la oposición y la resistencia (la unidad DOR) tienen que (a) demostrar el vaciamiento de sus características “sobrenaturales”, (b) proponer liderazgos basados en su capacidad racional de invertir el desmejoramiento de las condiciones materiales e inmateriales y (c) elaborar leitmotivs concretos y propuestas practicas para un futuro de la sociedad que estén basados en una coherencia societal y no en la egotomania del entonces ex-lider (y de sus adláteres).
Ergo y en concreto: Con el éxito de la unidad opositora se han creado condiciones para agudizar el vaciamiento del carisma y para diseñar y proponer medidas que conviertan la sociedad otra vez en una comunidad de ciudadanos libres e iguales. La realización de esta imagen de futuro es la tarea que comienza el día siguiente a las elecciones, aunque no hayamos “vencido” en las dimensiones que algunos esperan o sueñan. Analitica
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