No hay duda que estas elecciones previstas para fin de año, son una gran oportunidad política para la oposición siempre y cuando vaya unida y con el mejor candidato, no es fácil pero es posible.
Después de 2D del 2007, la sociedad venezolana se desbloqueó políticamente: sabe que Chávez es derrotable, a pesar del CNE, y progresivamente se le va perdiendo el miedo; por otro lado, el mejor aliado de la oposición es el mal gobierno que padecemos, inepto, corrupto y el propio Chávez, ensoberbecido y ciego, frente a una realidad nacional e internacional que ya no comprende y menosprecia.
Después de 2D del 2007, la sociedad venezolana se desbloqueó políticamente: sabe que Chávez es derrotable, a pesar del CNE, y progresivamente se le va perdiendo el miedo; por otro lado, el mejor aliado de la oposición es el mal gobierno que padecemos, inepto, corrupto y el propio Chávez, ensoberbecido y ciego, frente a una realidad nacional e internacional que ya no comprende y menosprecia.
La "oposición" variada y múltiple, debe entender que estas elecciones son importantes no sólo para derrotar el "mal gobierno" sino para ofrecer un "buen gobierno". Las comunidades, localidades, regiones y en general todos los ciudadanos de a pie reclaman gobiernos locales y regionales honestos y competentes, que generen soluciones concretas a problemas concretos con pulcritud administrativa y capacidad gerencial. En este sentido, ni la 4ta ni la 5ta son buenas experiencias. Todavía hoy se puede hablar de gobiernos locales y regionales, dirigidos por gente afecta al gobierno o a la oposición que dejan mucho que desear, por ejemplo, aquí mismo, en nuestra ciudad Maracaibo y en nuestro Estado Zulia, la corrupción está obscenamente presente, la insuficiencia es patente más allá de la obsecuencia de los parciales y beneficiarios, la abundante y perversa propaganda oficial que llega inclusive a utilizar la nomenclatura y señalización oficial con el nombre, la cara y los símbolos políticos del gobernante de turno ¿Cuánto le costará al erario público sustituir esta señalización cuando los gobernantes de hoy ya no estén? ¿Qué es un alcalde o un Gobernador? Burócratas de turno al servicio del Estado, ese ogro filantrópico con el cual Octavio Paz, identificó al Estado Moderno ineficiente y omnipotente. Una oportunidad para robar y medrar impunemente en ese maridaje obsceno de política y negocios.
Un alcalde y un gobernador es un líder cívico y social; expresión genuina de una comunidad, legitimado en su aspiración por su hoja de servicio y su preparación para el cargo, en términos de honestidad, servicio, capacidades gerenciales y administrativas.
Este es el perfil básico de los candidatos tanto del gobierno como de la oposición y no el candidato a cualquier cosa impuesto por el dedo autocrático. Analitica.com
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