Subsede del BCV en Guayana: una obra que sólo tuvo 10 % de avance

“Un Tepuy en lo alto del estado Bolívar”. Así se vendió la obra arquitectónica que serviría de subsede para el BCV en Ciudad Guayana. Diez años después de su anuncio y con una inversión millonaria desaparecida, el proyecto apenas alcanzó un 10 % de ejecución física, según la ONG Transparencia Venezuela.

Puerto Ordaz. El terreno está vacío. Maleza y tierra removida son lo único que queda en la avenida Guayana, donde hace una década se prometió un edificio monumental que evocaría un tepuy. La subsede del Banco Central de Venezuela (BCV) debía transformar la zona y convertirse en un ícono arquitectónico del estado Bolívar.

Anunciado en 2015 como un megaproyecto transformador, con un plazo de ejecución de tres años, el edificio nunca se concluyó. Hoy, en 2025, el solar baldío se mantiene como mudo testimonio de la brecha entre las ambiciosas iniciativas públicas y su materialización.

Ese año, José Khan, entonces directivo del BCV, presentó la propuesta de edificación de la subsede. A la obra arquitectónica la denominaron “Un Tepuy en lo alto del estado Bolívar”. En un terreno de 27 mil metros cuadrados se levantaría un edificio de 19 pisos que evocaría la forma de un tepuy, con una malla colgante desde el techo en alusión a los pescadores indígenas.

Khan también explicó que la edificación contaría con una caída de agua artificial en homenaje al Salto Ángel, un mirador en el último nivel y áreas de recreación. Además, supuestamente tendría un espacio con forma de curiara destinado a la biblioteca, una sala de conciertos y un Museo del Oro.

“La tan cacareada obra monumental que se anunció en el año 2015, que iba a ser una obra majestuosa donde funcionaría la subsede del Banco Central de Venezuela y también tenía teatro y otras atracciones. Resultó ser el hueco más costoso que hay en el país, porque a la fecha, en septiembre 2025, ahí lo que podemos apreciar es un hueco gigantesco. Eso fue todo lo que se logró del inicio anunciado de la construcción en el año 2016”, recordó César Ramírez, exdiputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar.

La escena es irrefutable: donde debía erigirse un “Tepuy de concreto”, hoy solo hay polvo, hierba y promesas incumplidas.

La obra que descartó a Transguayana

En 2016 comenzaron los trabajos de movimiento de tierra. Para 2018, el propio BCV reportaba supuestos avances que quedaron sólo en una nota de prensa institucional.

Khan promovió la edificación como autosustentable: consumiría poca energía, impulsaría el reciclaje, aprovecharía desechos orgánicos e incluiría un museo de energía eólica. El plan también contemplaba un Instituto Latinoamericano de Formación de Orfebrería y Joyería.

Subsede del BCV en Guayana: una obra que sólo tuvo 10 % de avance
La obra se anunció en 2015, el movimiento de terreno arrancó en 2016 y debió estar lista en 2018. Foto: Crónica Uno.

“Esa situación se agrava porque ese terreno estaba destinado para el funcionamiento de la estación de transferencia del proyecto Transguayana, que es un proyecto de transporte público masivo que sería la solución definitiva al caos del transporte público en Ciudad Guayana”,

recordó Ramírez.

Agregó que en 2014 la Corporación Andina de Fomento (CAF) aportó $50.000 para la actualización del proyecto de ingeniería del Transguayana.

“Un proyecto que tuvo un costo de cientos de miles de dólares porque fue bien realizado por una empresa francesa. Se diseñó las dos rutas, la ruta expresa y la ruta de paradas del proyecto Transguayana. Total que esa construcción ahí en el sitio de la estación de transferencia dañó el proyecto y solo nos trajo perjuicios a los guayaneses y al fisco nacional”, cuestionó.

En efecto, en 2007 la Alcaldía de Caroní cedió ese terreno al proyecto Transguayana, ratificado por la CAF en 2014, pero luego descartado por la Gobernación de Bolívar.

Así, una promesa terminó desplazando a otra: la subsede del BCV ocupó el espacio del sistema de transporte público que nunca llegó, y al final ninguna de las dos obras se concretó.

Subsede del BCV en Guayana: una obra que sólo tuvo 10 % de avance
El terreno donse se construiría la subsede del BCV, inicialmente estaba destinado al Transgiauana, un proyecto optimizado de transporte público

Una suma de obras inconclusas

La subsede del BCV en Ciudad Guayana forma parte de las 21 obras inconclusas registradas en el estado Bolívar, según un informe de la ONG Transparencia Venezuela en 2022.

En ese reporte, Transparencia Venezuela señaló que “la mayoría de las infraestructuras fallidas (246 en todo el país) pertenecen a los sectores vialidad, transporte, salud, vivienda, educación y alimentos”.

El estudio reveló además un desvío y despilfarro de aproximadamente $316.023.985.748 en 153 de esas 246 obras, en las que sí se pudo precisar la inversión.

La subsede del BCV alcanzó apenas un 10 % de ejecución física. Se desconoce el monto invertido en este proyecto, adjudicado al Consorcio VAV-PMA Guayana.

El terreno sigue allí, vacío, convertido en símbolo del abandono y de la magnitud de las promesas rotas. Donde alguna vez se habló de un tepuy de concreto, hoy solo se levanta el eco de una ciudad que espera.

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