Venezuela liberó el viernes a 10 prisioneros estadounidenses y residentes permanentes a cambio de recibir a decenas de migrantes que Estados Unidos deportó a El Salvador hace meses por orden del Gobierno de Donald Trump, informaron las autoridades.
Noticias Telemundo / Regina García Cano, Eric Tucker y Megan Janetsky – The Associated Press
El acuerdo entre los tres países representa un logro diplomático para el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ayuda a Trump en su objetivo de llevar a casa a estadounidenses encarcelados en el extranjero, y le otorga al presidente salvadoreño, Nayib Bukele, un intercambio que propuso meses atrás.
“Cada estadounidense detenido injustamente en Venezuela ahora está libre y de regreso en nuestra patria”, expresó el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en un comunicado en el que también agradeció a Bukele, un aliado de Trump.
Bukele indicó que su país había entregado a todos los venezolanos que tenía bajo custodia. Maduro describió el viernes como un “día de bendiciones y buenas noticias para Venezuela”. Lo llamó “el día perfecto para Venezuela”.
Venezolanos salen del CECOT
En el centro del canje están más de 250 migrantes venezolanos liberados por El Salvador, que en marzo llegó a un acuerdo para recibir un pago de 6 millones de dólares del gobierno de Trump con el fin de retenerlos en una prisión salvadoreña para pandilleros.
Ese acuerdo provocó una reacción inmediata cuando Trump invocó una ley de tiempos de guerra del siglo XVIII, la Ley de Enemigos Extranjeros, para expulsar rápidamente del país a hombres que su Gobierno había acusado de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua, lo que condujo a un enfrentamiento jurídico que llegó hasta la Corte Suprema. El Gobierno no proporcionó evidencia que respaldara esas afirmaciones.
Los venezolanos habían estado detenidos en la megaprisión Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), construida para albergar a presuntos pandilleros en la guerra de Bukele contra la criminalidad en el país. Grupos defensores de los derechos humanos han documentado cientos de muertes y casos de tortura dentro de sus muros.
Los abogados tienen poco acceso a los detenidos en la prisión, que está fuertemente custodiada, y la información ha sido estrictamente controlada, salvo por videos de propaganda estatal que muestran a hombres tatuados hacinados tras las rejas.
Fotos y videos publicados por el Gobierno de El Salvador el viernes mostraron a venezolanos esposados, sentados en una flotilla de autobuses y abordando aviones rodeados de agentes con equipo antidisturbios. Un hombre miró hacia arriba y señaló hacia el cielo cuando subía a un avión, mientras que otro hizo un gesto obsceno hacia la policía.
Después de llegar a Venezuela, algunos de los migrantes se persignaron, lloraron y se abrazaron. Usaban mascarillas y ropa de calle.
Maduro alegó que algunos de ellos fueron sometidos a diversas formas de abuso en la prisión salvadoreña, y uno de ellos incluso perdió un riñón debido a “las palizas que le dieron”.
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, dijo a los periodistas que los hombres se someterían a pruebas médicas y verificaciones de antecedentes antes de que puedan ir a casa.
En abril, Bukele propuso canjear a los venezolanos por el mismo número de lo que llamó “prisioneros políticos” detenidos por Maduro. Esto provocó una dura respuesta de las autoridades venezolanas, que calificaron sus comentarios de “cínicos” y calificaron a Bukele de “neofascista”.
Los 10 reos devueltos por Venezuela
La oficina del Departamento de Estado responsable de negociar la liberación de los detenidos estadounidenses publicó una foto el viernes por la noche de los prisioneros recién liberados sonriendo para la cámara dentro de un avión que los llevaba a casa, algunos de ellos sosteniendo una bandera estadounidense.
El avión que llevaba a los estadounidenses liberados llegó el viernes en la noche a la Base Conjunta San Antonio, Texas. Algunos se bajaron del avión, ondeando banderas y abrazando a personas que los esperaban.
Entre los liberados se encontraba Lucas Hunter, de 37 años, cuya familia dice que fue secuestrado en enero por guardias fronterizos venezolanos mientras él vacacionaba en Colombia.
“Estamos ansiosos por verlo en persona y ayudarlo a recuperarse de la terrible experiencia”, dijo su hermana menor, Sophie Hunter.
Las autoridades venezolanas detuvieron a casi una docena de estadounidenses en el segundo semestre de 2024 y los vincularon a presuntos complots para desestabilizar el país.
“Durante casi un año hemos rezado por este día. Mi hermano es un hombre inocente que fue utilizado como peón político por el régimen de Maduro”, sostuvo en un comunicado Christian Castaneda, cuyo hermano Wilbert, integrante de la fuerza especial SEAL de la Armada, fue arrestado en su habitación de hotel en Caracas el año pasado.
Global Reach, una organización sin fines de lucro que había abogado por su liberación y la de varios otros estadounidenses, indicó que en un principio las autoridades venezolanas lo acusaron falsamente de estar involucrado en un golpe de estado, pero se retractaron de esa afirmación.
El canje le da un impulso a Maduro
La liberación de los venezolanos es una victoria invaluable para Maduro, en un momento en el líder venezolano trata de fortalecerse en la presidencia a pesar de pruebas creíbles de que perdió la reelección el año pasado.
Acusado desde hace tiempo de cometer violaciones a los derechos humanos, Maduro utilizó por meses la detención de venezolanos en El Salvador para cambiar la narrativa sobre el Gobierno de Estados Unidos, obligando incluso a algunos de sus más fuertes opositores políticos a coincidir con su condena sobre el trato a los migrantes.
El regreso de los migrantes le permitirá a Maduro reafirmar el apoyo que recibe de su menguante base, al tiempo que demuestra que, incluso si el Gobierno de Trump y otras naciones lo consideran un presidente ilegítimo, él se mantiene en el poder.
Hace sólo una semana, el Departamento de Estado estadounidense reiteró su política de rechazar a funcionarios del Gobierno de Maduro y reconocer sólo como Gobierno legítimo del país a la Asamblea Nacional elegida en 2015. Firmado por Rubio, el cable establecía que los funcionarios estadounidenses son libres de reunirse y conversar con los miembros de la Asamblea Nacional, “pero no pueden interactuar con representantes del régimen de Maduro a menos que reciban autorización del Departamento de Estado”.
La represión de Maduro contra los disidentes
Los estadounidenses estaban entre decenas de personas, incluidos activistas, miembros de la oposición y líderes sindicales, que el Gobierno de Venezuela arrestó en su brutal campaña para reprimir la disidencia en los 11 meses desde que Maduro dijo haber sido reelegido.
Además de Estados Unidos, varias naciones occidentales no reconocen la supuesta victoria de Maduro. En lugar de eso, hacen notar el hecho de que las actas de votación recopiladas por la coalición opositora muestran que su candidato, Edmundo González, ganó las elecciones de julio de 2024 por un margen mayor a 2 por 1.
La disputa sobre los resultados provocó protestas inmediatas, y el Gobierno de Venezuela respondió deteniendo a más de 2,000 personas, en su mayoría hombres jóvenes pobres. González huyó al exilio en España para evitar ser arrestado.
Por la noche, la cancillería de Perú informó en un comunicado que uno de los liberados es el peruano-estadounidense Renzo Huamanchumo, de 46 años, quien ahora está en El Salvador, se encuentra “bien de salud” y desde allí continuará su viaje a Texas, donde reside su madre.
En octubre, Cabello había dicho en rueda de prensa que Huamanchumo —quien vivía en Estados Unidos— era uno de los 19 extranjeros que integraban un operativo internacional para atentar contra Maduro. Una tía de Huamanchumo, Patricia Castillo, declaró a la radio RPP que su sobrino viajó a Venezuela a conocer a la familia de su novia, Carolina Chirinos Zambrano. Huamanchumo fue detenido en Táchira, según la cancillería peruana.
“El único pecado que cometió es enamorarse”, expresó Castillo.
Más de 7.7 millones de venezolanos han emigrado desde 2013, cuando su economía dependiente del petróleo se vino abajo y Maduro se convirtió en presidente. La mayoría se estableció en América Latina y el Caribe, pero después de la pandemia de COVID-19 muchos consideraron que Estados Unidos era su mejor oportunidad para mejorar sus condiciones de vida.
Acuerdos entre EE.UU. y Venezuela
A pesar de que Estados Unidos no reconoce a Maduro, los dos gobiernos han llevado a cabo otros intercambios recientes.
En mayo, Venezuela liberó a un veterano de la Fuerza Aérea estadounidense luego de aproximadamente seis meses de detención. La familia de Joseph St. Clair ha dicho que el especialista en idiomas, quien participó en cuatro misiones en Afganistán, había viajado a Sudamérica con el fin de buscar tratamiento para el trastorno de estrés postraumático.
Tres meses antes, otros seis estadounidenses que el Gobierno de Estados Unidos consideraba detenidos injustamente en Venezuela fueron liberados después de que Richard Grenell, enviado de Trump para misiones especiales, se reuniera con Maduro en el palacio presidencial.
Durante la reunión en Caracas, Grenell instó a Maduro a aceptar a los migrantes deportados que han cometido delitos en Estados Unidos. Desde entonces cientos de venezolanos han sido deportados a su país de origen.
El Gobierno de Maduro había acusado a la Administración Trump de “secuestrar” a los niños al ubicarlos en hogares de acogida después de que sus padres fueran deportados.
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