viernes, 6 de junio de 2025

Un mundo cada vez más incierto


Muchos pensaron que, con el cambio de gobierno en Estados Unidos, se abriría la puerta a soluciones rápidas para varios conflictos internacionales. Pero la realidad es otra: la mayoría de estas crisis no son nuevas ni pasajeras. Vienen de lejos y no tienen salidas fáciles.

La guerra en Ucrania, que según Rusia duraría menos de una semana, ya se acerca a los cuatro años. Y no hay señales de que esté por terminar. Lo mismo pasa en el Medio Oriente, donde las tensiones entre Israel e Irán siguen creciendo, sin espacio para acuerdos.

El conflicto entre India y Pakistán también lleva décadas. Aunque se han logrado pausas temporales, como el cese al fuego impulsado por Estados Unidos, la situación sigue siendo frágil.

La historia reciente nos deja lecciones. La larga guerra de Vietnam y el bloqueo a Cuba nos muestran que, cuando no se manejan bien, los conflictos pueden durar generaciones. Por eso, si llega a surgir una crisis con Taiwán, hay que actuar con cabeza fría, memoria clara y sin repetir errores del pasado.

Hoy el mundo está lleno de problemas sin resolver. Y aunque no hay soluciones mágicas, sí se necesita liderazgo firme, diplomacia real y, sobre todo, una visión que entienda que no todo se arregla con fuerza o promesas rápidas.

Analitica.com.

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