
El proyecto Corazón Verde recorre parques, comunidades y escuelas del Zulia con una clase abierta en la naturaleza para niños, niñas y adolescentes. En estas actividades, los participantes descubren la importancia de las aves, su función ecológica y las formas de protegerlas.
Maracaibo. En un entorno donde el concreto domina el paisaje y los árboles son excepción, un grupo de niños y jóvenes recorre con binoculares los pocos espacios verdes que resisten. Los guían integrantes de Corazón Verde, un proyecto ambiental que apuesta por una herramienta poderosa y silenciosa: la observación de aves.
A través de esta práctica contemplativa, enseñan de forma cercana y didáctica la importancia de las aves urbanas en una ciudad que fue construida de espaldas a la sombra.
Nuestras Vecinas Las Aves es una de las líneas de acción de este proyecto ambiental. A través de visitas guiadas por parques urbanos como Vereda del Lago, Jardín Botánico, Las Peonías, Ana María Campos y la ciudad universitaria de La Universidad del Zulia, en Maracaibo, los participantes pueden observar hasta 180 especies de aves.
Libicni Rivero, integrante de Corazón Verde y observadora de aves, explicó a Crónica Uno que la dinámica de las actividades que comenzaron este año.
“Llevamos grupos de niños a observar aves, pueden ser de un colegio o una comunidad. Durante el recorrido explicamos los diferentes tipos de aves que encontramos, que con la ayuda de binoculares y telescopios, las pueden observar, diferenciarlas y aprender de su importancia. Luego le pedimos que nos digan qué ave les gustó más y les damos unos dibujos para que coloreen con la técnica que más les guste. Finalmente hacemos una pequeña exposición de sus obras de arte”, explicó la veterinaria de fauna silvestre.
Hasta ahora, las actividades han tenido gran acogida, y se han comenzado a notar cambios positivos en los participantes.

“Que los niños puedan tener un acercamiento a la avifauna que los rodea es muy importante, porque muchas veces no saben cuántas especies de aves hay en su localidad o cuáles son sus funciones ecológicas. Por eso estamos convencidos que es a través de la educación que podemos asegurar que las futuras generaciones tengan sensibilidad ambiental. Lo estamos logrando y esas son buenas noticias”, recalcó Rivero.
Zulia, rico en avifauna
La plataforma colaborativa de ciencia ciudadana eBird señala que en el estado Zulia se han registrado 711 especies de aves en al menos 68 localidades, ubicándose en el tercer lugar del país, detrás de Táchira y Bolívar. En el ámbito global, Venezuela figura entre los 10 países con mayor diversidad de aves, según el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, en Nueva York, Estados Unidos.
El Sistema Venezolano de Información Biológica, del Ministerio de Ecosocialismo, indica que en el país habitan más de 1400 especies de aves. De este número 48 son endémicas y 33 están en peligro de extinción. En el Parque Vereda del Lago de Maracaibo, eBird reporta 125 especies registradas.

Rivero indicó que entre las aves más comunes que se pueden observar están: el pitirre (Tyrannus melancholicus), el azulejo (Thraupis episcopus), las paraulatas (Mimus gilvus), la tijereta (Fregata magnificens), la reinita (Coereba flaveola), los gonzalitos (Icterus nigrogularis), el cucarachero chocorocoi (Campylorhynchus griseus) y el ruiseñor (Troglodytes musculus).
Aumentar su hábitat
El urbanismo sin planificación en la capital zuliana ha mermado poco a poco la cantidad de árboles en la ciudad, hasta cubrir escasamente solo el 2 % de área verde por habitante. Esto equivale a apenas 0,18 metros cuadrados de área verde por habitante. Ese dato proviene de una investigación realizada en 2018 por las ONG Fundación Azul Ambientalista, El Zulia Recicla y Una Arboleda para Maracaibo.
En contraste, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que todas las ciudades deben tener un área mínima de 9 metros cuadrados de área verde por habitante.
En junio de 2022, Yohan Flores, director de la Fundación Azul Ambientalista en Zulia, declaró a Crónica Uno que para reducir la temperatura de la ciudad en dos grados, sería necesario plantar cinco millones de árboles nativos. Sin embargo, hasta la fecha no hay cifras oficiales sobre cuántos se han sembrado mediante programas impulsados por la sociedad civil o el Instituto Municipal del Ambiente.

Falta de sombra
Para Corazón Verde, aumentar la cantidad de árboles nativos en la ciudad es clave para conservar y permitir la reproducción de las aves urbanas.
“El problema ambiental como tal no existe, más bien, es un problema de origen antrópico. La crisis ambiental que padecemos hoy en día es consecuencia de grandes problemas socio-culturales no resueltos, la gente está dañando los entornos naturales de manera incisiva y con total despropósito”,
argumentó el antropólogo Francisco Inciarte.
Inciarte enfatizó que las aves son fundamentales, pues forman parte de los ecosistemas “de los cuales dependemos. Su presencia o ausencia nos indica mucho sobre el estado de salud de estos ecosistemas”.
También destacó que Maracaibo enfrenta un serio déficit de sombra, y que “la mejor manera de solucionarlo es sembrando árboles. Maracaibo necesita una alta diversidad de árboles nativos porque son los que construyen el entramado ecológico y están adaptados a nuestros suelos y ciclos de lluvias”.

La importancia de observar aves
Francisco y Libicni acumulan más de diez años de experiencia como observadores de aves en Venezuela y otros países. Para ellos, esta práctica genera múltiples beneficios para la salud física y mental.
“Esta actividad contemplativa no solo brinda conocimiento sobre la avifauna que está en nuestro entorno, sino que calma a las personas a nivel mental, te ayuda a hacer ejercicio, respirar aire puro y hasta a las interacciones interpersonales, porque se hacen muchos amigos. Conocer las aves cambia la percepción del entorno y eso hace que uno las disfrute”, dijo Rivero.
Luis Sibira, integrante del Museo de Biología de la Universidad del Zulia y observador de aves desde hace más de siete años, destacó que esta actividad es parte esencial del movimiento de conservación que se ha gestado en Maracaibo, con miras a una ciudad más verde, amigable y respetuosa de la biodiversidad.
Sibira indicó que el programa Nuestras Vecinas Las Aves busca integrar a comunidades, escuelas públicas y privadas, para sumar no solo jornadas de observación, sino también charlas educativas sobre la avifauna de Maracaibo.
“Se trata de divulgar y promover nuestra biodiversidad local y así lograr un incremento en la valoración por parte de la juventud. Hasta ahora tenemos una receptividad positiva, vamos generando nuevos enlaces y nuevas ideas para seguir remando hacia el mismo lado, es importante trabajar unidos y construir alianzas para hacer algo más bonito y captar a la mayor cantidad de gente”,
explicó el observador.
Otras actividades
Además de estas aulas abiertas, Corazón Verde realiza caminatas gratuitas de observación de aves el último domingo de cada mes en el Parque Jardín Botánico de Maracaibo. También forman parte de la Red de Viveristas Voluntarios de la ciudad.

El equipo invitó a toda la comunidad a participar en sus actividades. Para revisar su cronograma pueden seguirlos a través de Instagram en las cuentas @nuestrocorazonesver y @red_viveristasvoluntariosmcbo. En ambas se consigue información sobre su propuesta y pueden solicitarse actividades para comunidades y grupos organizados.
Del mismo modo, hicieron un llamado a quienes puedan donar binoculares, telescopios y monoculares para aumentar la cantidad de equipos para atender a grupos más grandes.
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