El Programa Mundial de Alimentos (PMA) observa un deterioro de la inseguridad alimentaria en Bolivia a causa de la elevada inflación, y de la escasez de divisas y de combustible, dijo a EFE la directora regional para América Latina y el Caribe de ese organismo de la ONU, Lola Castro.
De acuerdo con las estadísticas del PMA, a octubre de 2024 unos 2,2 millones de personas o el 19 % de la población de Bolivia se encontraban en situación de inseguridad alimentaria aguda.
«En Bolivia vemos un deterioro. Por ejemplo, la inflación alimentaria altísima. Tenemos también que no hay bastantes recursos para comprar en el exterior. Y luego tenemos una falta de combustible», expuso Castro a EFE durante una entrevista esta semana en la Ciudad de Panamá, donde se sitúa la oficina regional del PMA.
Es así que «las personas con su salario mínimo no consiguen tener una canasta básica» en Bolivia, que está envuelta en esta situación desde hace un tiempo «pero ahora estamos viendo un pico que nos está preocupando muchísimo», dijo la funcionaria del ente de la ONU.
«Eso conjuntamente con algunos cierres (de vías de comunicación) debido a la cuestión política» ha colocado a «bastantes, miles de personas en inseguridad alimentaria», añadió.
A esta situación se suma que se han registrado «grandes inundaciones que han afectado» millones de hectáreas del país e incluso a la capital, La Paz, y el año pasado el país vivió «incendios sin precedentes».
«Bolivia, un país muy afectado por la crisis climática, con este efecto económico y de inestabilidad política, crea unas consecuencias en la población. Entonces, tenemos millones de personas en este momento en Bolivia que no pueden comprar su canasta básica», afirmó la directiva del PMA.
El PMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicaron este lunes un informe que alerta sobre el probable empeoramiento de la inseguridad alimentaria aguda en 13 países y territorios del mundo, entre los que solo aparece Haití por América Latina y el Caribe, en el período de junio a octubre de este año.
Sin embargo, el PMA y FAO hacen en su informe mención de Bolivia y Colombia por considerar que la situación de inseguridad alimentaria allí requiere seguimiento.
En el caso de Bolivia, el informe del PMA y FAO señala que «se prevé que la inseguridad alimentaria aguda se deteriore durante el período de pronóstico, debido a la alta inflación sostenida y la disminución de las reservas de divisas».
«Se proyecta que esto continuará erosionando la capacidad de importación y el poder adquisitivo de los hogares, lo que limitará aún más el acceso a los alimentos. También se proyecta que la escasez de combustible obstaculizará las actividades agrícolas, reduciendo aún más la producción de maíz tras una cosecha ya inferior a la media obtenida en 2024». EFE
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