El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva para transformar el proceso de control de calidad de las universidades, así como otras cinco órdenes dirigidas al sistema educativo del país.
EFE
La acreditación universitaria garantiza que una universidad pueda acceder a ayuda financiera y representa una importante fuente de ingresos para las instituciones, pero el Gobierno Trump ha advertido que el proceso está impactado por “ideología progresista”.
En ese sentido, la secretaria del Departamento de Educación de EE. UU., Linda McMahon, dijo en un comunicado que el sistema de acreditación de la educación superior estadounidense “está descompuesto” y la orden ejecutiva le permitirá crear un mercado competitivo basado en el mérito.
La medida se da una semana después de que el Gobierno Trump congelará 2.200 millones de dólares a la Universidad de Harvard por incurrir presuntamente en conductas antisemitas, lo que ha desembocado en una batalla legal.
A esto se suma, que Trump firmó hoy una orden dirigida a reforzar la ley que exige a las universidades divulgar las donaciones extranjeras.
“Creemos que ciertas universidades, como Harvard, han violado esta ley sistemáticamente, y no se ha aplicado eficazmente”, dijo Will Scharf, secretario de personal de la Casa Blanca, al entregar la orden al mandatario para su firma.
Sobre esta orden, McMahon advirtió que “seguirá la pista del dinero y frenará la infiltración extranjera difamatoria”.
Otra de las órdenes está dirigida a promover la colaboración del sector privado con las universidades históricamente negras (HBCU) para que cumplan con su labor de manera “más eficaz y eficiente posible”.
El fomento del uso de la inteligencia artificial en las aulas escolares y de la disciplina en las escuelas primarias y secundarias completan las iniciativas firmadas por el presidente estadounidense.
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