La cumbre de los líderes europeos convocada por el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, para apoyar a Ucrania concluyó este domingo en el palacete de Lancaster House, en Londres, tras más de dos horas de conversaciones.
EFE
Varios de los asistentes a esta cita informal empezaron a abandonar el edificio, ubicado en el centro de esta capital, antes de que el líder laborista informara en rueda de prensa los puntos abordados en la cita y los pasos a seguir sobre la situación de Ucrania.
Los aliados europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reunieron para analizar la posición de Ucrania de cara a unas posibles negociaciones de paz, después de que EE.UU. haya amenazado con cortar el suministro de armamento a Kiev.
Esta cita cobró más importancia después del enfrentamiento verbal que mantuvieron el viernes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, en la Casa Blanca.
Horas antes de la reunión, Starmer avanzó que preparará un plan de paz para Ucrania junto al presidente francés, Emmanuel Macron, y «uno o dos países más», que será luego abordado con EE.UU.
El jefe del Gobierno británico señaló en la cumbre a los líderes europeos que «este es un momento único» para la seguridad de Europa y consideró vital alcanzar un buen resultado para Ucrania.
A esta cita fueron invitados líderes de Ucrania, España, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Países Bajos, Noruega, Turquía, Finlandia, Suecia, República Checa, Polonia y Rumanía.
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, así como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
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