Muy pertinente el argumento del MAS: lo que es bueno para los presos norteamericanos, es bueno para los presos venezolanos.
Solo pedimos lo que el gobierno de Maduro le dió a Trump: sacar del cautiverio injusto al ex candidato presidencial Enrique Márquez, a una defensora de los derechos humanos como Rocio San Miguel, a un organizador vecinal como Carlos Julio Rojas; a un periodista como Ronald Carreño y a centenares de demócratas que sufren prisión por ejercer derechos constitucionales o mantener conductas de oposición legítima al régimen político actual.
Las razones jurídicas existen aunque no haya donde demostrarlas. En última instancia, invocamos motivaciones humanitarias o muestras de disposición gubernamental a la reconciliación.
El país quiere cambio y paz.
La exigencia en esa dirección es vivir en una sociedad sin presos políticos, ahora y nunca más.
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