La moneda local pierde hoy cinco ceros, entre otras medidas que son rechazadas por dirigentes políticos y expertos.
Los venezolanos enfrentan desde hoy una semana de definiciones con la entrada en vigor de una serie de medidas económicas que incluyen un nuevo aumento del salario mínimo y la reconversión monetaria, y un paro en respuesta al gobierno del Presidente Nicolás Maduro, anunciado por la oposición, que parece salir del letargo en que está desde hace tres meses.
Algunas medidas económicas, que buscan estimular la inversión, la producción, controlar la inflación, y además hacerle frente a la supuesta "guerra económica" que asegura Maduro que le hacen los empresarios, fueron anunciadas hace meses y otras a última hora.
Una de las antiguas -y aplazada tres veces- es la reconversión monetaria. El Ejecutivo venezolano decretó que el bolívar, la moneda local, pierda hoy cinco ceros cuando empiece a circular una nueva familia de billetes con denominaciones más ajustadas a la inflación del país petrolero que, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, cerrará el año en 1.000.000 %. La simplificación monetaria disparó el temor de los ciudadanos -que los últimos días realizaron compras nerviosas- y la alerta de economistas y opositores ante las posibles consecuencias ya que se aplicará en un escenario de hiperinflación.
Venezuela ya enfrentó en 2008 una reconversión que quitó tres ceros al bolívar, pero las características del nuevo proceso son diferentes.
A esto hay que sumar el anuncio de Maduro de aumentar la bencina a "precios internacionales" y limitar el subsidio a los beneficiarios del carné de la patria, lo que generó el fin de semana escenas de filas de automóviles en las gasolineras ante el temor de la entrada en vigencia de la medida. Venezuela tiene el combustible más barato del mundo.
El Presidente hizo además otros anuncios la noche el viernes, entre los que destacan un aumento del salario mínimo en 35 veces, lo que equivale a 723 o 45 dólares, según las tasas oficiales actuales de referencia en el país, señaló EFE.
Maduro dijo que entregará a la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) un proyecto de reforma de varias leyes para establecer el nuevo sistema tributario y fiscal con el que se aumentarán los impuestos al valor agregado, a la renta y a grandes transacciones.
Pero también el país se encamina a una devaluación de 95,8% en su moneda, de concretarse la unificación cambiaria anunciada por Maduro con la que el precio del dólar subiría 24 veces su valor actual.
El Mandatario anunció además que la nueva denominación del bolívar estará anclada al petro, la criptomoneda del gobierno, que tiene un valor "oscilante de 60 dólares o más" y cada una de ellas equivale a 3.600 bolívares soberanos o 360 millones actuales lo que arroja un cambio resultante de 6.000.000 de bolívares por dólar.

Para José Guerra, diputado opositor y economista, el paquete económico se trata de "medidas parceladas e incoherentes cuyo único propósito es sacarle plata a los venezolanos mediante tres instrumentos: la maxidevaluación del bolívar, el aumento del IVA y el alza del precio de la gasolina. En otras palabra, el gobierno pretende que todos los venezolanos paguen el desastre que ellos han creado".
En conclusión, Corrales estima que con estas medidas "la crisis económica va a empeorar, pero el control del gobierno sobre los ciudadanos puede que aumente". Esta situación, sin embargo, parece haber despertado a parte de la oposición.
La reacción
La huelga convocada para mañana (hoy) por tres de los principales partidos de oposición en Venezuela será de 24 horas, anunció ayer Andrés Velásquez, dirigente de Causa R. Los otros dos partidos son Primero Justicia, del ex candidato presidencial Henrique Capriles, y Voluntad Popular, del líder en arresto domiciliario Leopoldo López.
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