sábado, 13 de mayo de 2017

ENDER ARENAS, La maldición

Esta semana ha sido probablemente una de las más terribles que hemos vivido desde los terribles días de febrero del 89. Recuerdo que mi tío Ramón lloraba desconsoladamente por la suspensión del sorteo de la Lotería del Zulia, aunque después fue compensado por la realización de las carreras de caballos, pues el presidente Pérez, dijo que más desgracias para el pueblo venezolano no las iba a permitir.

Pero esta semana nos ha dejado un saldo increíble de muertos, heridos, presos, bombas lacrimógenas, paramilitares oficialistas armados que se ufanan de disparar a los manifestantes en las propias narices de la PNB y de la GNB y por supuesto ha dejado también una ración nada despreciable de mierda, primero, literalmente, con la aparición de las llamadas “Puputov” y luego mierda metafórica, con las declaraciones de Diosdado Cabello, Padrino López, Elías Jaua, del ministro del interior Néstor Reverol y por supuesto las declaraciones del inefable presidente de la República Nicolás Maduro.

Declaraciones de los analistas y opinadores también han abundado, diciendo: que la democracia sigue en crisis, sin darse cuenta que esta no está en crisis que lo que sí está en crisis es la dictadura. También ha aparecido un tuiter inexplicable anunciando una muerte. Tuiter que bien pudo haber ocasionado no la muerte del que se anunciaba sino miles de muertes, afortunadamente todo se aclaró sin aclararse.

Pero entonces apareció el gobernador Guarulla y echó la maldición. Ojo maldiciones ha habido muchas, está la de Tutankamon, la del gato negro, la de la Sayona, la del muerto sin cabeza (y la macabra sonrisa), la de la cabra, la de los Kennedy, la de Chuqui, etc. La maldición es una vaina muy, pero muy jodida ella es “la expresión de un deseo maligno dirigido contra una o varias personas que, en virtud del poder mágico del lenguaje, logra que ese deseo se cumpla. Gramaticalmente, se trata de oraciones con modalidad desiderativa (lo mismo que las bendiciones) con el verbo en subjuntivo”. Por ejemplo, cuando el padre de Yubiribisaida, se enteró de su embarazo sin casarse me dirigió una que decía: ¡qué te parta un rayo, desgraciado!, afortunadamente no se ha cumplido, pero como de que vuelan vuelan, cuando hay mal tiempo me esmollejo para la casa.

Volviendo a Guarulla este le ha echado una maldición amazónica al gobierno, especialmente, a Maduro, se trata de la “Maldición del Dabucuri”. Ahora bien, todos conocemos las veleidades brujeras del régimen. El mismo Chávez las introdujo haciéndose devoto de los Babalao y Paleros, según David Placer en su libro “Los brujos de Chávez”. De Chávez se dice que no hacía nada sino consultaba antes a su brujo o bruja personal, pues eso lo heredo Maduro, no podía ser de otra manera. Incluso, Chávez travestido de pajarito se le apareció y le dijo no sé qué vaina, pero nadie lo sabe pues se lo dijo silbaito.

El caso es que Maduro debe estar como los GNB y PNB a quien se les ha lanzado los “Puputov”, pues la maldición es tremenda y sobre quien o quienes recae se dice que será(n) despojado de su riqueza (¡hey! Eso duele), no tendrá(n) nunca prosperidad (eso hiere), será(n) por siempre triste (adiós bailecitos de salsa, chachachá, merecumbé, salsa brava (carajo eso también duele) y será n) inundados de dolor y pesar físico y espiritual. Pero, todo eso no se compara con lo último que dijo el Gobernador con su atuendo de brujo y chaman: “Les aseguro que antes de morir comenzarán a sufrir y su alma va a vagar por los sitios más oscuros y pestilentes antes de poder cerrar los ojos”, carajo, eso es para hacerse m…

@RojasyArenas

http://verdadesyrumores.com/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario