
El Comité Nacional de Conflicto de los Trabajadores en Lucha fijó posición tras la llegada del salario mínimo apenas a un dólar con la tasa que fijó el Banco Central de Venezuela este jueves 7 de agosto: 130,06 bolívares por cada divisa estadounidense.
A través de un comunicado manifestaron que «el salario mínimo en Venezuela es una afrenta a la clase trabajadora» que se mantiene en 130 bolívares desde el mes de marzo de 2022, la última vez que la gestión de Nicolás Maduro decretó un aumento salarial para los sectores público y privado.
«Hoy, 7 de agosto de 2025, el salario mínimo en Venezuela ha llegado oficialmente a un dólar. Un solo dólar por mes para quienes sostienen con su esfuerzo los servicios públicos, la producción nacional, la educación, la salud y cada rincón de la vida cotidiana. Este monto no solo es insuficiente: es una humillación institucionalizada. Es el salario mínimo más bajo del planeta, y representa una política deliberada de empobrecimiento para beneficiar a las élites económicas y gobernantes de turno», expresaron en Facebook.
En el año 2023, Miraflores creó el llamado «bono de guerra económica» con el que reemplazó el salario mínimo. Al ser una bonificación no tiene incidencia en prestaciones sociales, vacaciones ni jubilaciones para las y los trabajadores de la administración pública.

Qué exigen los trabajadores
«Desde el Comité Nacional de Conflicto de Trabajadores en Lucha denunciamos con absoluta firmeza este atropello a la dignidad humana. Un salario mínimo que no cubre ni el 1% de la canasta básica, que no permite pagar transporte, alimentación ni medicinas, no puede llamarse salario. Es una burla, una condena a la miseria, una violación flagrante de los derechos humanos laborales consagrados en la Constitución y en convenios internacionales», dijo la coalición de trabajadores.
Recordaron que ese mismo monto de 130 bolívares es el que reciben las personas pensionadas en el país, que tampoco tienen forma de contar con recursos suficientes para subsistir.
«Mientras el dólar oficial escala a 130 bolívares, el trabajador venezolano queda atrapado en una economía dolarizada sin poder adquisitivo alguno. El Estado, lejos de proteger, agrede y somete al ostracismo a los trabajadores. No hay excusas técnicas ni bloqueos que justifiquen esta política de hambre. Lo que hay es una decisión política de desmantelar el valor del trabajo y de quebrar la organización sindical con fines inconfesables», lamentaron.
Ante esto presentaron tres exigencias al chavismo gobernante:
– Un aumento inmediato del salario mínimo acorde al costo real de la vida.
– La restitución de las tablas salariales y beneficios contractuales.
– El respeto al derecho a la negociación colectiva y a la protesta.
Y agregaron que «con un salario mínimo de un dólar, se condena a millones de trabajadores y trabajadoras a la pobreza extrema, a la miseria y a la desesperación. Los pensionados quedan sin pensión, los trabajadores quedan sin salario «.
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