
Estados Unidos y China rebajaron las tensiones comerciales y llegaron a un acuerdo preliminar sobre la forma de aplicar el consenso alcanzado en Ginebra, según informaron los negociadores de ambas partes.
Aunque los detalles completos del acuerdo no estaban disponibles de inmediato, los negociadores estadounidenses afirmaron que “esperan absolutamente” que las cuestiones relativas a los envíos de minerales de tierras raras e imanes se resuelvan con la aplicación del marco.
“Hemos alcanzado un marco para aplicar el consenso de Ginebra”, declaró a la prensa en Londres el Secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick.
Las delegaciones estadounidense y china presentarán ahora la propuesta a sus respectivos líderes, según declaró Li Chenggang, negociador comercial jefe de China, tras dos días de discusiones que se prolongaron durante casi 20 horas en una mansión de la época georgiana cercana al Palacio de Buckingham.
“Una vez que los presidentes lo aprueben, intentaremos ponerlo en práctica”, añadió Lutnick.
Las conversaciones en Londres se produjeron a instancias de la Administración Trump para cimentar una promesa que el Gobierno chino hizo de facilitar los envíos de tierras raras durante las conversaciones comerciales del mes pasado en Ginebra, que dieron lugar a una tregua arancelaria.
El desacuerdo sobre las exportaciones de minerales críticos reavivó el conflicto económico abierto entre Estados Unidos y China y planteó la posibilidad de que su incipiente acuerdo se viniera abajo, lo que supondría una nueva amenaza para la economía mundial.
“Esperamos absolutamente que el tema de los minerales de tierras raras y los imanes con respecto a Estados Unidos de América se resuelva en este marco de aplicación”, declaró Lutnick.
Según trascendió en la prensa estadounidense, Washington obtuvo el mantener aranceles elevados del 55 % sobre las importaciones chinas (compuestos por 10 % “recíproco”, 20 % por tráfico de fentanilo y 25 % de los previos).
Además, logró acceso garantizado, sin restricciones, a minerales y tierras raras necesarios, incluyendo imanes, provenientes de China dentro del marco del acuerdo (“full magnets”).
Mientras que Pekín mantendrá un arancel del 10 % sobre productos estadounidenses y otorgará licencias para exportar minerales y tierras raras, aunque limitadas a seis meses, como palanca en futuras negociaciones.
Según personas con conocimiento, Pekín quiere conservar su control sobre los minerales críticos para tener munición valiosa para futuras negociaciones.
Asimismo, pactó la relajación por parte de Washington de controles a la exportación hacia China de motores a reacción, piezas relacionadas y etano —usado en la fabricación de plásticos— como parte del intercambio. (Con información de Reuters)
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