El presidente de EE.UU., Donald Trump, considera atacar a Irán, en medio de las agresiones cruzadas que esa nación mantiene desde la semana pasada con Israel.
El mandatario se reunió con su Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca para abordar el tema. Según funcionarios estadounidenses, citados por Axios, Trump baraja seriamente unirse a la guerra.
El ataque estadounidense tendría como objetivos las instalaciones nucleares de Irán, especialmente su instalación subterránea de enriquecimiento de uranio en Fordo, que se encuentra a unos 100 kilómetros al suroeste de Teherán.
Asimismo, dos funcionarios israelíes declararon al mencionado medio que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el estamento de defensa siguen creyendo que es probable que Trump entre en la guerra en los próximos días.
Previamente, Trump amenazó al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí. «Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘líder supremo’. Es un blanco fácil, pero allí está a salvo. No vamos a eliminarlo (¡matarlo!), al menos no por ahora. Pero no queremos que se disparen misiles contra civiles ni soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando», dijo.
«Final real»
Esta reunión de Trump con su equipo de Seguridad Nacional se da luego de que el mandatario abandonara anticipadamente la cumbre del G7, que se realiza en Canadá.
A su regreso, dijo que quiere ver «un final real» a la cuestión nuclear iraní, con Teherán abandonándola «por completo», y no solo un «alto el fuego» entre Irán e Israel.
Cuando Tel Aviv lanzó la agresión contra Irán la semana pasada, EE.UU., en principio intentó desligarse del asunto. El secretario de Estado, Marco Rubio, negó que Washington haya tenido un papel en los bombardeos.
Más tarde, el presidente de EE.UU., Donald Trump, calificó de «excelente» la ofensiva israelí contra y advirtió que «habrá más» ataques. También declaró que su país conocía de antemano que se iba a llevar a cabo ese ataque; y, además, dos funcionarios israelíes revelaron que Washington habría dado ‘luz verde’ al bombardeo de Israel contra instalaciones nucleares de Irán.
En esas horas, también se conoció que EE.UU. estaba prestando ayuda a Israel para repeler el contrataque lanzado por Irán, colaborando en la interceptación de misiles balísticos.
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