Montones de plástico desechado y mobiliario escolar roto están encontrando una segunda vida en el noroeste de Venezuela, donde una fundación local transforma los desechos en pupitres para estudiantes.
El Zulia Recicla, con sede en Maracaibo, capital del estado Zulia, ha restaurado 160 pupitres hasta la fecha con residuos plásticos recolectados por los estudiantes.
En lugar de construir muebles nuevos, la fundación repara los marcos de metal dañados y reemplaza las piezas faltantes con paneles de plástico moldeado hechos en su taller.
«Les mostramos a las personas que los escritorios que usan hoy, con la madera dañada y desmoronándose, se pueden restaurar», dijo Nicolino Bracho, director de investigación de la fundación.
En la escuela Ramón Reinoso Núñez, donde los estudiantes solían sentarse en el suelo o usar mochilas como sillas, ya se han entregado 20 escritorios.
«Tenemos muchos problemas con los escritorios, porque, por supuesto, el robo y el desgaste con el tiempo pasan factura», dijo la directora de la escuela, Maritza Jaimes.
«Esperábamos que pudieran aceptar más, pero estamos agradecidos de tener 20 restaurados», añadió.
La iniciativa, financiada en parte por la embajada de Francia, tiene como objetivo entregar 200 escritorios a 10 escuelas en zonas vulnerables y forma parte del esfuerzo más amplio de la fundación para reducir la contaminación por plásticos y crear conciencia ambiental en la región.
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