
En un momento de creciente tensión geopolítica entre Washington y Caracas, la 22.ª Unidad Expedicionaria de Infantería de Marina (22.ª MEU) del Cuerpo de Marines de Estados Unidos (USMC) ha llevado a cabo una serie de ejercicios de asalto anfibio en las costas de Arroyo, Puerto Rico. Estas maniobras, realizadas entre finales de septiembre y principios de octubre, forman parte de una estrategia más amplia del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM) para reforzar su capacidad de respuesta en el Caribe y enviar un mensaje claro de disuasión ante lo que considera amenazas regionales, particularmente del gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Por Defensa
El despliegue que incluyó vehículo de combate de infantería (IFV) General Dynamics Land Systems LAV-25A2, helicópteros Sikorsky MH-60S Seahawk, lanchas de desembarco aerodeslizante LCAC y unidades de reconocimiento Bell UH-1Y Venom y ataque Bell AH-1Z Viper, en una operación que simuló un desembarco anfibio bajo condiciones de combate realistas. Las imágenes difundidas por el SOUTHCOM en redes sociales muestran a los marines ejecutando movimientos coordinados en tierra, mar y aire, con un sonido de reloj de fondo que simboliza la presión del tiempo en escenarios de combate.

La Guardia Nacional de Puerto Rico también ha colaborado estrechamente en estas maniobras, facilitando acceso a instalaciones y apoyo logístico. Según el Ayudante General de Puerto Rico, coronel Carlos Rivera Román, estas operaciones fortalecen la interoperabilidad entre ramas militares y refuerzan la seguridad nacional. La elección de Puerto Rico para la realización de estos ejercicios militares, obedece a que el terreno costero y el clima tropical de la isla han sido destacados por los Mandos de la 2.ª División de Infantería de Marina, como el entorno ideal para entrenamientos avanzados de asaltos anfibios.

En estos ejercicios también toman parte los buques de asalto anfibio multipropósito USS Iwo Jima (LHD 7) de la clase Wasp, y los transportes anfibios clase San Antonio USS San Antonio (LPD-17) y USS Fort Lauderdale (LPD-28). Embarcaciones que forman parte del grupo expedicionario desplegado en la región y que en conjunto, transportan más de 4.500 efectivos, incluyendo los 2.200 marines de la 22.ª MEU y su elemento de combate terrestre el 3.er Batallón, 6.º Regimiento de Marines; su elemento de combate de aviación el Escuadrón de Trirotores Mediano de los Marines 263 (VMM-263) equipado con Bell Boeing MV-22B Osprey y el elemento de combate logístico representado por el Batallón de Logística de Combate 26 (CLB-2 ), todas estas unidades están adscritas a su vez a la 2.ª División de Infantería de Marina, una fuerza altamente entrenada para operaciones rápidas y de alta intensidad.
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