Miguel Romero |
El sexagenario se desvaneció de la lista de los 48 pacientes renales del Hospital Manuel Noriega Trigo, ubicado en San Francisco, donde no prestan ese servicio desde el 6 de mayo porque la bomba de la planta de ósmosis se dañó y, sin ella, resulta imposible llevar a cabo el proceso, “pues se encarga eliminar las impurezas, metales o bacterias del agua que entrará al cuerpo”, explicó el especialista.
Sin la planta de ósmosis es imposible desarrollar las diálisis. Su función es purificar el agua que entra al cuerpo de los pacientes
Por esto, en casi dos semanas, Dely León, de 38 años, solo ha podido dializarse tres veces: dos en el Hospital Adolfo Pons y una en la Policlínica San Francisco; ahí pagó 120 dólares. “Estamos atrapados en un laberinto. A nadie parece importarle nuestra salud”, expresó.
La angustia y el
miedo son desmedidos. Los nefrópatas no hacen más que pensar cuál será
su destino frente a la “paciencia” que piden desde Caracas, de donde
deben enviar los repuestos.
Algunos afectados se mudaron a otras unidades que cada vez están más abarrotadas por la elevada demanda, pero otros hacen vigilia en ese centro, esperanzados en entrar en el lote de unos nueve puestos diarios con los que presta apoyo el ‘Pons’. Alcanzan a recibir la ‘buena nueva’, únicamente, una vez por semana.
“Este viernes no tenemos a nadie que nos de la cola. Estamos perdiendo diálisis porque en el Noriega no garantizan ni siquiera el transporte”, denunció uno de los pacientes que prefirió reservar su identidad.PANORAMA se intentó comunicar con la directora del recinto, Elizabeth Borjas, pero no contestó las llamadas.
Mientras tanto, en Unidialca, una unidad privada situada en Sierra Maestra, en municipio sureño, la realidad es que solo funcionan tres, de un total de 22 máquinas.
Roger Godoy (nombre ficticio) tiene 60 años y desde los 58 manifestó fallas renales. Desde hace dos semanas, deambula por diferentes instituciones zulianas, casi suplicando ser conectado para desintoxicar su organismo.
“Hoy pensé que me iba a morir. No quise decirle nada a mi hijo para no asustarlo. Pero me sentía tan mal que vi mi fin. En la mañana, estuve en la Policlínica San Francisco, les ofrecí más dólares de los que cobran, pero se negaron porque parece que tengo hepatitis”, relató. Finalmente, fue atendido en el Hospital General del Sur (HGS). El tratamiento de hemodiálisis suple la función renal. En Venezuela, se calculan unos once mil pacientes que dependel del proceso
Leer mas: https://www.panorama.com.ve//ciudad/Pacientes-renales-del-Hospital-Noriega-y-Unidialca-peregrinan-en-busca-de-una-dialisis-20190517-0112.html
Algunos afectados se mudaron a otras unidades que cada vez están más abarrotadas por la elevada demanda, pero otros hacen vigilia en ese centro, esperanzados en entrar en el lote de unos nueve puestos diarios con los que presta apoyo el ‘Pons’. Alcanzan a recibir la ‘buena nueva’, únicamente, una vez por semana.
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