Todavía no existe una fecha oficial para retomar los vuelos comerciales nacionales e internacionales. Lo que sí es cierto, es que cientos de venezolanos están varados en otras naciones y se han cansado de enviar cartas a la administración de Nicolás Maduro para que habiliten vuelos humanitarios que les permitan regresar al país.
Ya se ha extendido tres veces la medida de restricción en las operaciones aéreas en el país. El paso más cercano a lo que podría ser una reactivación de los vuelos nacionales e internacionales, una vez que las autoridades sanitarias lo permitan, fue la presentación de un protocolo de bioseguridad por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC).
El último vuelo que aterrizó en Venezuela fue procedente de Santiago de Chile el pasado 17 de marzo. Luego, el INAC anunció la suspensión de todos los vuelos. Solo permitían los sobrevuelos, aterrizajes y despegues de carga o correo. Poco después, autorizaron los vuelos humanitarios o coordinados por Naciones Unidas, aterrizajes técnicos o vuelos declarados en emergencia. Todo esto como consecuencia de la llegada de la pandemia al territorio nacional.
Antes de hacerse públicos los primeros dos casos de COVID-19 en el país, aproximadamente durante los primeros días de febrero, los protocolos de seguridad del personal del Aeropuerto Internacional de Maiquetía eran ínfimos. El virus ya estaba en 21 países del mundo y tenía como epicentro China, pero en Venezuela poco se sabía sobre prevención.
Ese contexto cambió. Ya hay 7693 infectados de coronavirus y 71 fallecidos hasta el último reporte del martes 7 de julio.
El protocolo presentado por el INAC contempla como principal punto la limpieza y sanidad de las instalaciones. Para esto, establecen la limpieza dos veces al día con agua y jabón o soluciones de hipoclorito al 0,1%, baños dotados de jabón y agua, desinfección de superficies expuestas y centros de acopio en zonas como terminales o salas de espera para botar equipos de protección usados.
En el caso de los trabajadores, tendrán un registro de empleados con historial de enfermedades críticas, horarios de trabajo y turnos especiales. El INAC aseguró que pondrán túneles de desinfección y control de la temperatura. La labor de los trabajadores consistirá en vigilar posibles pasajeros con síntomas de COVID-19, exigir mascarillas a niños menores de dos años y restringir a acompañantes que no vayan a viajar.
Se suspenderán las ventas de productos a bordo y se reducirá el servicio de alimentos y bebidas. Tampoco se permitirá el pago en efectivo.
Pero, ¿cómo será el protocolo para viajar? El inspector aeronáutico José Villaverde lo explicó en siete pasos:
-Previo al vuelo: quedará a cargo del Ministerio para la Salud la aplicación de pruebas diagnósticas.
-Acceso a los terminales: la persona tendrá que pasar por los túneles de desinfección. Solo se permitirá el ingreso de pasajeros (sin acompañantes) y el personal deberá portar identificación. Se cuidará el uso de la mascarilla y distanciamiento físico. Los puntos de acceso que no estén operativos deberán cerrarse.
-Servicios adicionales: los carretilleros, maleteros o taxistas estarán ubicados afuera de los terminales.
-Inspección del equipaje: luego de que el pasajero se desinfectó y entregó su maleta, el personal de inspección deberá mantener la higiene en el tablero de operación de rayos X, especialmente en el cambio de turno.
-Zonas de seguridad (Migración, Antidrogas y Aduana): estará marcado el piso por filas con distancia o con paredes de acrílico. Los trabajadores deben informar que podrían solicitarle al pasajero que en algún momento sea necesario retirar su mascarilla para verificar su identidad.
-Áreas de espera, preembarque y salones vip: el mobiliario estará ubicado con distancia. Los alimentos y bebidas estarán empaquetadas de manera individual. Los usuarios solo podrán retirarse la mascarilla para comer.
-Desembarque: el pasajero circulará por las estaciones de desinfección ubicadas según la infraestructura de cada aeropuerto. Los trabajadores estarán en alerta en caso de que alguien refleje síntomas de COVID-19. Deberá agilizarse el proceso de retirar el equipaje.
Se suspenderán las ventas de productos a bordo y se reducirá el servicio de alimentos y bebidas. Tampoco se permitirá el pago en efectivo.
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