AMLO como también suelen llamarlo, ha llegado al poder prometiendo llevar a cabo cambios radicales en la forma de hacer política , así como también en lo que respecta a la conducción del Estado.
Sin embargo, no bien asumida la presidencia vemos como comienza a variar e incluso contradecir muchas de sus promesas.
Una de ellas esta referida a la necesidad de llevar adelante un proceso que permita al Estado decidir lo referente a la política económica,haciendo hincapié en el fracaso del neoliberalismo que gobernó la economía durante los últimos 36 años.
Una manera muy particular que han tenido los lideres de izquierda en América Latina es la de culpar al neoliberalismo de todos los males y así acceder al poder. Sin duda los resultados muestran que dicha consigna les ha servido.
En el caso mejicano López acusaba a los empresarios como la “esencia misma de la mafia en el poder”, sin embargo vemos que nombra un consejo empresarial integrado por los capitanes de los grupos más fuertes de la economía del país, con el propósito de asesorar a su gobierno.
Mentía López ayer, o es tan solo una estrategia para ganar tiempo y luego iniciar el proceso de destrucción de la empresa privada.
El nuevo presidente de México, cuando arrancó su campaña en Ciudad Juárez dijo que si la reforma separó al Estado de la iglesia, a él le correspondería separar al Estado del poder económico.
Habrá que esperar para poder determinar cuál va a ser la conducta de López con respecto al empresariado.
Por lo pronto, la incertidumbre se apodera de los mejicanos que no terminan de entender qué significa la cuarta transformación y el nerviosismo por saber de donde sacará el dinero para crear 100 nuevas universidades tan solo en este año, corriéndose el riesgo al crearlas, de ser universidades pobres para pobres, como muy bien señaló un acreditado profesor de la UNAM.
Sabiendo que en México no hay recursos economicos, materiales ni académicos.
Quizás mediante el asambleismo consultivo y amparado en la mayoría parlamentaria de la cual dispone pueda llevar adelante parte de sus planes.
Solo quisiera agregar, que en un país ubicado en la parte más septentrional de la América del Sur , también utilizando los intereses del pueblo como bandera, logró en tan sólo veinte años acabar con la economía y con el Estado democrático.
Dice un viejo refrán popular que nadie escarmienta en cabeza ajena, los mejicanos tienen ahora la oportunidad de vivir la suya y están muy cerca de la Cuba de los Castro.
Francisco Rojas Fernández.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario