Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

martes, 13 de marzo de 2018

¿Podrá Sebastián Piñera convertir a Chile en un país del primer mundo?, ANDRÉS OPPENHEIMER

Si lo consigue, sería un logro histórico y enviaría una poderosa señal al mundo. Y sería grandioso no solo para el país, sino que también para Latinoamérica.

Cuando el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, me dijo en una entrevista, pocos días antes de su toma de posesión, que Chile podría convertirse en el primer país desarrollado de América Latina tan pronto como en el año 2025, mi primera reacción fue de escepticismo. Pero pensándolo bien, su pronóstico podría no ser disparatado.

Piñera, un magnate que ya ocupó la Presidencia entre 2010 y 2014, me dijo que su objetivo en su nuevo mandato de cuatro años será "recuperar ese liderazgo y ese dinamismo que perdimos en los últimos años", y "transformar a Chile en un país desarrollado hacia el año 2025".

Chile redujo la pobreza de cerca del 40% de la población al final de la dictadura del general Augusto Pinochet en 1990, al 11,7% en 2015, más que cualquier otro país latinoamericano.

Mientras los dictadores de Cuba y Venezuela golpeaban la mesa y pronunciaban discursos incendiarios que no hacían más que ahuyentar a los inversionistas y empobrecer a sus países, Chile logró crecer sin grandes histrionismos, en democracia, bajo gobiernos de centroizquierda y centroderecha.

Pero el "modelo chileno" comenzó a pincharse en los últimos años. Mientras el país crecía a un promedio de 5,3% anual durante el primer mandato de Piñera, la economía se desaceleró a un promedio de 2% anual bajo su sucesora, Michelle Bachelet. La economía de Chile creció solo un 1,7% el año pasado.

En la entrevista, que anoche emitiría CNN en Español, Piñera me dijo que su objetivo de convertir a Chile en un país del primer mundo "es un proyecto de ocho años".

La Constitución chilena solo le permite cuatro años consecutivos en el poder, pero la prueba de su éxito será si los chilenos eligen a un candidato de ideas afines en 2021, me dijo. (No, no apoyaría una potencial candidatura de su esposa, Cecilia Morel, me aseguró).

En rigor, hay muchos factores que podrían evitar que Chile sea un país desarrollado en el 2025. Para empezar, Piñera había pronosticado durante su presidencia anterior en 2012 que Chile podría alcanzar el desarrollo en 2020, y eso no pasará. Y algunos de los predecesores de Piñera habían hecho afirmaciones similares, que tampoco se materializaron.

Pero Chile no está muy lejos del ingreso per cápita de Portugal y otros países que están al final de la lista de las naciones más desarrolladas. El PIB per cápita de Chile es de US$ 25.000 al año y el de Portugal es de US$ 30.000 al año.

Entre las cosas que podrían irle mal a Piñera está la posibilidad de que Chile no se beneficie de los altos precios del cobre y otras materias primas que lo ayudaron en su primera presidencia.

Asimismo, Piñera podría encontrar escollos políticos para implementar su agenda económica, porque el nuevo Presidente no tendrá una mayoría en el Congreso.

Y los chilenos están ansiosos. Han escuchado durante décadas que están cerca de convertirse en un país del primer mundo, y quieren poder vivir como en el primer mundo. Si Piñera no produce un crecimiento equitativo, podría haber protestas callejeras que descarrilen sus planes económicos.

Pero Piñera también tendrá varias cosas a su favor. La coalición opositora de centroizquierda de Chile ha dado un giro brusco a la izquierda, lo que le permitirá construir alianzas con legisladores moderados de centroizquierda.

"La alianza de izquierda sufre del síndrome del cincuentón que se compró una motocicleta para revivir su rebelión juvenil", dice Patricio Navia, profesor de la Universidad de Nueva York. "Pero la mayoría de los chilenos quieren estabilidad. Eso lo ayuda a Piñera".

Cuando le pregunté a Alejandro Werner, el director para América Latina del Fondo Monetario Internacional, sobre la posibilidad de que Chile se convierta en un país desarrollado, me dijo que según los estándares del FMI, "es probable que para el año 2025 Chile sea catalogado como un país desarrollado".

Eso sería un logro histórico de los gobiernos de centroizquierda y centroderecha que han gobernado Chile desde el final de la dictadura de Pinochet, y enviaría una poderosa señal al mundo. Sería grandioso para Chile y sería grandioso para Latinoamérica.La prueba de su éxito será si los chilenos eligen a un candidato de ideas afines en 2021, me dijo. El cambio de mando en la prensa internacional"La habilidad política será crucial dado que el líder de centroderecha tiene una minoría en el Congreso y se enfrenta a una oposición mucho más díscola que durante su primer mandato".

Financial Times, EN UNA NOTA INFORMATIVA EN LA QUE PLANTEÓ QUE PIÑERA VUELVE A LA PRESIDENCIA CON UN NUEVO TONO INCLUSIVO.

"El regreso de Piñera a la Presidencia de Chile coincide con el cambio de rumbo político que ha experimentado Sudamérica recientemente".

El Mundo, EN UN ARTÍCULO EN EL SOSTIENE QUE EL MANDATARIO SE UNE AL CLUB DE LÍDERES DERECHISTAS QUE HAN LLEGADO AL PODER EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EN LA REGIÓN.

"La salida de Bachelet marca el fin de una era de empoderamiento político de las mujeres en América Latina y consolida el giro a la derecha de la región".

The New York Times, EN UN ARTÍCULO QUE TITULÓ DESTACANDO QUE LA PRESIDENCIA PASA DE MANOS DE UNA SOCIALISTA A UN MULTIMILLONARIO, "OTRA VEZ".

http://diario.elmercurio.com/

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