El aumento de los flujos migratorios con colombianos y venezolanos que cruzan la frontera deja un registro no solo de las cifras de ingresos y salidas masivas cada día, sino también un récord en la entrega de alimentos para los migrantes más necesitados, por parte de la Diócesis católica de Cúcuta.
En principio, fue la casa de paso Divina Providencia, ubicada en la parroquia San Pedro Apóstol, de La Parada (Villa de Rosario) la que lideró la ayuda humanitaria fronteriza, pero casi simultáneamente se unieron los Comedores de caridad de 8 parroquias, que dejan un total de 316.000 alimentos entregados durante 2017.
Almuerzos, el fuerte
Solo en el primer mes de atención, entre el 5 de junio y el 4 de julio la Casa de paso ofreció 15.250 almuerzos, con un promedio de 635 diarios.
El pico más alto se tuvo en agosto, cuando se entregaron un promedio de 2.050 raciones, que daban prioridad a los grupos más vulnerables, entre ellos: mujeres embarazadas, niños y ancianos.
La diócesis católica de Cúcuta, en cabeza de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid y del sacerdote David Caña, coordinador de la Casa de Paso Divina Providencia, reabrió sus puertas a los migrantes de Venezuela el 18 de enero, con la entrega inicial de 600 almuerzos, y hasta el 13 de febrero se habían entregado 16.000, a la población migrante.
Centro de migraciones
De otro lado, está el Centro de migraciones diocesano que también se constituye en un alivio para la población migrantes.
En lo corrido de 2017 atendió 903 personas, entre las cuales se encontraron desplazados y víctimas de la guerra y la presencia de grupos armados ilegales de toda índole (guerrilla, paramilitares, bandas criminales).
Esta población corresponde, en su mayoría, a familias que se hospedaban durante un promedio entre 8 y 30 días.
Los deportados también formaron parte del Centro, con un total de 47 de ellos que permanecían en condición irregular en Venezuela, y en gran parte se encontraban o fueron citados a presentación y al estar en las oficinas del Saime (Servicio de identificación y migración venezolana) se les agilizó el proceso de deportación.
También se contabilizaron 248 retornos voluntarios desde Venezuela, con 30 núcleos familiares mixtos, con parejas e hijos venezolanos.
Así mismo, los migrantes por destino, en tránsito e internos sumaron 516 personas de diferentes nacionalidades entre ellas venezolana, colombiana, cubana, hindú, argentina, y peruana.
Otros datos
Según cifras de la iglesia católica, durante el segundo mes de atención se entregaron 103.140 almuerzos; 10.700 tazas de café con pan y 40 mil bolsas de agua.
Las empresas locales, entidades privadas, gremios como los peleteros de la Loma de Bolívar y otras zonas de la ciudad, el Secretariado nacional de Pastoral Social, entre otrosvoluntarios han apoyado el crecimiento y sostenimiento de la Casa de paso, em La Parada.
Desde el orden nacional, se destacó el apoyo de la Fundación Alejandro Pineda, de Santuario (Antioquia), que donó dos mil panes diarios por un mes, para un total de 60.000 panes, para los desayunos de los venezolanos.
La agrupación Manos a la obra, proveniente de Táchira, también se vinculó con la causa de apoyo a los inmigrantes.
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