Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

jueves, 26 de mayo de 2016

El referendo revocatorio y la lucha por el poder - Andrés Cañizález

En junio de 2003 la revista SIC analizaba la coyuntura política. Estaba concluyendo entonces lo que había sido la mesa de negociación y diálogo. Este inédito espacio de reuniones entre partidarios del gobierno y la oposición tuvo lugar durante varios meses con el acompañamiento principalmente de César Gaviria, entonces secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), junto al Centro Carter y el Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD).

Tras medio año de discusiones, en medio de las cuales la Coordinadora Democrática lanzó el fallido “Paro Petrolero” (diciembre 2002-enero 2003), la oposición y el gobierno de Hugo Chávez definieron una hoja de ruta en mayo de 2003. Básicamente acordaron que la crisis política debía canalizarse a través de una salida electoral, en concreto se acordó la activación de un mecanismo inédito que incorporó la Constitución Bolivariana de 1999: el referendo revocatorio. Efectivamente esta figura de poder revocar a un funcionario electo a la mitad de su período, con el voto popular, sigue siendo una gran innovación.

“El gobierno sabe que es muy alto el grado de rechazo a Chávez y que perdería el referéndum”, sostenía el editorial de SIC en su edición 655. Una medición de opinión pública realizada por la firma Datanálisis precisamente al final del primer semestre de 2003, evidenciaba que el rechazo a Chávez tuvo su pico más alto de aquellos años cuando totalizó 67,5 por ciento en junio de 2003.

Asumiendo este punto de partida, Arturo Sosa en su análisis de coyuntura, publicado por SIC bajo el título “Trapiche, historia y futuro”, aseguraba: “Mientras antes se produzca el referéndum más posibilidades existen de que le sea revocado el mandato al presidente Chávez. Por eso la estrategia del chavismo es retrasarlo lo más posible para lo cual se cuenta con la posibilidad de retrasar el nombramiento del CNE hasta conseguir una mayor presencia en él, obligar a la oposición a volver a recolectar las firmas para solicitarlo (…) Para el chavismo el escenario ideal es evitar el referéndum revocatorio o, en su defecto, retrasarlo hasta más allá del 19 de agosto de 2004, evitando, al menos, una elección presidencial inmediata”.

Proseguía Sosa en su análisis a mitad de 2003: “Para la oposición, en cambio, es perentoria la convocatoria al referéndum lo antes posible. El escenario ideal para la oposición es que se realice en octubre y las elecciones presidenciales en diciembre de 2003. Por eso, intenta concentrar todas sus energías ahora en lograr las condiciones para la convocatoria del referéndum antes de agosto de 2004”.

Es historia conocida que el chavismo logró, usando diversas estrategias, postergar la realización del referendo revocatorio presidencial por más de un año, ya que este finalmente se celebró el 15 de agosto de 2004.

En aquellos meses, entre la decisión de hacer el referendo y su efectiva realización, el gobierno emprendió principalmente acciones de atención directa en los sectores populares. Se pusieron en marcha las llamadas misiones, y en particular ocurrió el lanzamiento de “Barrio Adentro”, con el apoyo del gobierno de Cuba. Todo ello ayuda a entender cómo Chávez logró efectivamente revertir de forma importante el clima desfavorable que prevalecía en la opinión pública en 2003, para finalmente imponerse en las urnas en agosto de 2004.

En tanto, el editorial de SIC en junio de 2003 cuestionaba seriamente a los dos sectores principales, gobierno y oposición. Al primero lo señalaba solo de estar preocupado en aferrarse al poder, y al otro de enfocarse exclusivamente en sacar a Chávez de la presidencia, sin medir las consecuencias de sus acciones. “En este horizonte –hasta ahora– ha triunfado Chávez”, recalcaba el editorial de esta revista hace trece años.

Andrés Cañizález es miembro del Consejo de Redacción de SIC.

http://revistasic.gumilla.org/

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