Republica del Zulia

Julio Portillo: Necesitamos entonces promover el regionalismo como protesta al excesivo centralismo en todos los órdenes. Tenemos que despertar la conciencia política de la provincia.

viernes, 9 de octubre de 2015

Nuevo año escolar, por Ramón Guillermo Aveledo | Versión Final | El diario del Zulia

Comienza un nuevo año escolar. Para los niños y jóvenes, es el reencuentro con los compañeros. Para los padres, la preocupación de si les alcanzará para el gasto requerido y la tranquilidad de que terminaron las vacaciones y los muchachos ya no estarán en casa sin hacer nada. Para los educadores, es la vuelta a un trabajo que saben trascendente y sienten fuerte, y también con pocas compensaciones en remuneración y reconocimiento. Para la sociedad debe ser la renovación de la esperanza. El futuro del país se parece al presente de sus escuelas. En nosotros está decidir si predominarán la alegría, el esfuerzo y la solidaridad, o el deterioro, el desdén o el miedo. Problemas hay, y muchos, pero tengo la convicción de que el futuro será mejor.


"La educación no es la preparación para la vida, es la vida misma", decía John Dewey, el filósofo norteamericano. Su pensamiento en materia educativa es conocido, pero también reflexionó sobre arte, lógica, ética y democracia. Es perfectamente coherente. La educación se relaciona con todo eso. La calidad democrática va a estar estrechamente ligada a la calidad educativa. Pero bueno, lo mismo podría decirse de la calidad de vida.

La educación es la gran igualadora. En las aulas puede hacerse más por la igualdad que con las políticas económicas o los programas sociales. Y ciertamente mucho más que con todos los discursos, que en el fondo, frecuentemente, promueven la desigualdad para aprovecharla y manipularla.

La igualdad como propósito social y objetivo educativo se lesiona si retrocede la educación pública, sea porque disminuye su alumnado o porque baja su calidad. Escasean profesores de matemáticas, física, química y biología, por ejemplo. También por la violencia que desde afuera invade la escuela o la afecta en ausencia de docentes o deserción de niños. Faltan al menos dos mil nuevas escuelas, lo cual implica construir quinientas anuales para resolver la cosa en cuatro años, porque con niños y adolescentes el tiempo vuela.

La igualdad ha sufrido un golpe inesperado con la reciente decisión gubernamental que de facto elimina el uniforme escolar. Fracasadas las políticas económicas gubernamentales destructivas de las industrias textil y de confección nacionales y por escasear las divisas para importar, desorden y corrupción, la vestimenta escolar volverá a ser fuente de diferencias socioeconómicas. Retroceso de treinta y cinco años.

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