Chávez, pidiendo cacao

Un Chávez cordial, jocoso, conciliador y vestido de ovejita presentó un monólogo de siete horas para 'pedir cacao' en la AN.

Les cuento a mis apreciados lectores que he pasado varias horas de la semana pasada, escuchando, leyendo y repasando las opiniones de varios analistas sobre la aparición y presentación, por primera vez en cinco años, del Presidente de la República en una AN multicolor, con motivo de la presentación de su memoria y cuenta. Lo que de verdad comienzo a sentir es que la oposición representada en partidos políticos -y también la sociedad civil organizada-  comienza a ser como el cuarentón que se decidió ir al gimnasio diariamente. Y al cabo de seis meses siente que ha perdido buena parte de su grasa abdominal y hasta se atreve a ponerse franelillas en la orilla de la playa para lucir sus brazos.

Sí. Estamos ganando músculos. Con la comida en el camino viejo y sin poder saborear las uvas de fin de año, ratificamos el afán totalitario de la moribunda AN al Presidente de plenos poderes para la consolidación de su proyecto. La Habilitante era el instrumento de dominación política por los próximos 18 meses. El respaldo lo daba además la misma Asamblea que no sólo se conformaba con inhabilitar a los próximos diputados, sino que abría las puertas a leyes ya rechazadas por el pueblo. Desmoralizados y consternados, pero con claridad en el objetivo, varios actores comenzaron a movilizarse y promover un muro de contención, invisible pero sólido, para dar un parado a tanto abuso de poder.

Hay que destacar el liderazgo preclaro de algunos rectores y estudiantes universitarios que impidieron la promulgación de la Ley de Universidades, destacando igualmente la movilización y actividad urgente de la MUD y los diputados opositores electos. La presencia y gestión de los gobernadores de estados de oposición y a nivel regional, la actividad intensa de varios movimientos espontáneos como el de Zulianos por la Constitución. Todo eso ha permitido un "frenazo" en el proceso revolucionario.

Un Chávez cordial, jocoso, conciliador y vestido de ovejita presentó un monólogo de siete horas para "pedir cacao" en la AN. El mensaje fue claro. "Yo vengo avanzando en mi proceso totalitario y lo voy a seguir haciendo. Pero avanzo hasta donde me lo permitan". Por ahora, les pido taima. Y si tienen cacao, se los acepto. Y nosotros amigos, tenemos que seguir asistiendo al gimnasio para seguir sacando músculo.    

Luis Homes Jiménez/Abogado